Tanto si visitas Valencia por primera vez como si ya la conoces, seguro que hay muchos lugares que todavía no has explorado y que son auténticos rincones secretos y pocos conocidos de la ciudad.
Sigue leyendo para saber más.
¡Comenzamos!
La Almoina: descubre la Valencia romana
En pleno centro histórico, al lado de la Plaza de la Virgen se pueden visitar los restos arqueológicos más antiguos de la ciudad en el Centro Arqueológico de La Almoina, un museo fascinante que alberga las ruinas de la Valentia romana, ofreciendo un fascinante viaje al pasado. A pesar de estar en una ubicación muy céntrica, el verdadero tesoro se esconde bajo tierra ya que todo lo que se puede visitar ocupa un espacio subterráneo. Los apasionados de la historia podrán contemplar partes de los edificios que remontan a la fundación de la ciudad. La Almoina es actualmente uno de los mejores centros arqueológicos de Europa.
La Plaza Redonda: un antiguo mercado
La Plaza Redonda es sin duda uno de los rincones más tradicionales de Valencia. Esta peculiar plaza circular, situada cerca de la Plaza de la Reina, es un lugar único tanto por su forma como por su historia. Fue construida en 1840 sobre un espacio urbano vinculado desde siempre al pequeño comercio, y en particular a la venta de pescado y carne. Hoy la plaza alberga tanto puestos de productos artesanales, por ejemplo bordados y cerámica, así como bares de tapas.
El Café de las Horas: un lugar con encanto
En la calle del Conde de Almodovar, muy cerca de la plaza de la Virgen, se encuentra el Café de las Horas, el lugar perfecto para disfrutar de momentos tranquilos durante tu estancia en Valencia.
Desde que abrió sus puertas en 1994, se ha convertido en un punto de encuentro habitual, tanto para los valencianos como para los visitantes. Destaca por su ambiente acogedor y el interior decorado en estilo neobarroco y vintage que te transportará a otra época. Prueba el cocktail de la casa, el agua de Valencia, elaborada con zumo de naranjas naturales.
El Jardín de Monforte: un rincón romántico
En Valencia podemos encontrar muchos espacios verdes pero pocos conocen los Jardines de Monforte, un lugar con un gran valor artístico por su estilo neoclásico y aires románticos. De hecho forma parte del Tesoro Artístico Nacional y se considera como uno de los lugares más bellos de España.
Visitando este jardín se pueden admirar esculturas italianas, fuentes y estanques, vegetación mediterránea y un palacete. Es un lugar perfecto para pasear, desconectar o simplemente disfrutar de la naturaleza en pleno centro de la ciudad.
La Casa Judía: arquitectura singular
Entre los numerosos edificios históricos de Valencia, la Casa Judía es una joya arquitectónica que a menudo pasa desapercibida. Situada en la calle Castellón, cerca de la Estación del Norte, este edificio es uno de los mejores ejemplos de Art Decó en la ciudad. Su fachada, con motivos geométricos, colores vivos y elementos decorativos que recuerdan a la cultura judía, es una obra maestra que merece ser admirada. A pesar de estar en una zona transitada, muchos pasan junto a este edificio sin percatarse de su singular belleza. Para aquellos interesados en la arquitectura y el diseño, la Casa Judía es un descubrimiento fascinante.
El Refugio Antiaéreo de Serranos: recuerdo de la Guerra Civil
Durante la Guerra Civil se construyeron varios refugios antiaéreos para proteger a la población de los bombardeos. Uno de ellos está ubicado a pocos pasos de las Torres de Serranos, se construyó en 1937 y tenía capacidad para 400 personas. Después de la guerra tuvo varios usos y finalmente cerró al público. Tras una rehabilitación, en 2018 se volvió a abrir para visitas guiadas y hoy es Bien de Relevancia Local.
La Casa de los Gatos: la fachada más pequeña
En Valencia hay un lugar muy curioso cuyo acceso está prohibido a las personas, que sólo pueden verlo por fuera: la Casa de los Gatos. Se encuentra en el Barrio del Carmen, precisamente en la Calle Museo. Se trata de una gatera cuya fachada representa la de una casa con todos los detalles: planta baja y dos pisos, el primero con un balcón, chimenea, una y un letrero que señala que está asegurada de incendios. Teniendo en cuenta sus dimensiones, es fácil pasarlo de largo si no se conoce su ubicación. Es interesante saber que la idea surgió de la mano de un artista artesano, Alfonso Yuste Navarro que viendo como los gatos entraban y salían por un hueco en el muro no dudó en diseñar para ellos un acceso mucho más bonito.
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