En tu viaje a València no puedes perderte una visita al Mercado Central. Su espectacularidad es innegable, sobre todo por su arquitectura que se integra a la perfección con otros dos importantes monumentos que se encuentran en la misma plaza: la Lonja de la Seda y la Iglesia de los Santos Juanes.
Además de su valor histórico, el Mercado Central es considerado La Catedral de los sentidos, el lugar por excelencia donde explorar puestos llenos de colores, aromas y sabores, y disfrutar de la gastronomía valenciana. Por todo ello, te cautivará con su vibrante ambiente y una amplia variedad de productos frescos y deliciosos.
Situado en pleno centro de la ciudad, el Mercado Central es mucho más que un simple lugar para hacer compras. Es un punto turístico imprescindible, y junto con los otros mercados municipales, es también un elemento fundamental vertebrador de su barrio.
El Mercado central: un poco de historia
El Mercado Central de Valencia ocupa el espacio que fue, desde la primera expansión de la ciudad, el emplazamiento habitual de los mercados ambulantes.
En 1839, se inauguró un mercado descubierto, pero ya hacia finales del siglo XIX se quedó insuficiente para la ciudad. Por este motivo, el Ayuntamiento de Valencia convocó hasta dos concursos para la construcción de un nuevo mercado.
De los proyectos presentados se eligió el de los arquitectos Alejandro Soler y Francisco Guardia que lo construyeron de acuerdo con las líneas del Modernismo. La obra la terminaron finalmente los arquitectos Enrique Viedma y Ángel Romaní y el 23 de enero de 1928, se inauguró el actual edificio del Mercado Central de Valencia.
Desde entonces es un reflejo de la cultura y la identidad de la ciudad. Su arquitectura modernista con una impresionante cúpula central es un tesoro único. Al recorrer sus pasillos, podrás apreciar la pasión de los comerciantes locales y la autenticidad de los productos que ofrecen.
Colores y sabores que deleitan los sentidos
El Mercado Central de Valencia es un verdadero paraíso para los amantes de la gastronomía. Aquí encontrarás una gran variedad de productos locales para acercarte a la auténtica cocina valenciana. Desde los ingredientes para elaborar una deliciosa paella, plato estrella de la ciudad, hasta los jamones y embutidos más preciados, salazones, pescado y mariscos frescos, pasando por la horchata, la bebida típica valenciana, elaborada con chufa. Cada producto te traerá los sabores más genuinos de la cocina mediterránea.
Todos los puestos del mercado ofrecen una amplia gama de géneros con tonalidades vivas y vibrantes. Desde los rojos intensos de los tomates del Perelló hasta los amarillos brillantes de las naranjas valencianas, muy jugosas, cada color te invitará a descubrir los sabores auténticos de Valencia.
El olfato también juega un papel fundamental en una visita del Mercado Central de Valencia. A medida que te paseas por los diferentes puestos, una sinfonía de aromas deliciosos como el olor a pan recién horneado, a especias exóticas y a dulces te cautivará, creando una atmósfera única y envolvente.
No podrás resistir a la tentación de probarlo todo.
¿Sabías qué el símbolo del Mercado Central es una cotorra?
Se dice que hace alusión a los chismes o cotilleos que siempre han sido habituales en los mercados. También contrasta con la veleta de la cercana Iglesia de los Santos Juanes, conocida como el «Pardal de Sant Joan», por lo tanto la cotorra sería el emblema de lo mundano y el águila de San Juan el de lo religioso.
El Mercado Central hoy
El Mercado Central ya ha celebrado sus primeros 100 años desde que se construyó y 90 desde el primer día que se abrió al público.
Actualmente es considerado un auténtico templo de la gastronomía donde la explosión de colores y de aromas, mezclados con sabores clásicos sorprenden a todos los visitantes.
Si quieres vivir una experiencia completa para los sentidos no te pierdas la oportunidad de visitarlo y descubrir todos los tesoros que tiene para ofrecer.
No dudes en contactar con Plan Valencia para que un guía experto te acompañe en tu próxima visita.